Cuando se trata de cerrar espacios o reemplazar dientes perdidos la pregunta a menudo surge: ¿es realmente necesario obtener implantes dentales? Un puente consiste en tomar los dientes adyacentes como pilares para sostener una corona ferulizada, llamada póntico, que reemplazará artificialmente el diente perdido. A continuación encontrará un resumen de cuándo son los puentes dentales una opción plausible por sobre los implantes.
Los puentes dentales pueden evitarle procedimientos quirúrgicos. Existen ocasiones en que colocar implantes dentales implica considerable intervención quirúrgica con grandes injertos óseos, levantamientos de seno, etc. Esto especialmente en el reemplazo de las molares superiores. Si el diente perdido tiene dos dientes adyacentes saludables, los puentes pueden ahorrar considerable tiempo, esfuerzo, y dinero. En el turismo dental, optar por una opción de puente puede ahorrarle un viaje. Generalmente los puentes no requieren de un período de espera o sanado para el resultado final. Pueden ser una alternativa fácil y rápida para restaurar áreas edéntulas.
Los puentes dentales son una buena opción para reemplazar dientes frontales faltantes. Ya que los dientes anteriores son en gran medida ajenos a la función de masticar, un puente dental puede reemplazar dientes faltantes en esta área sin mucho riesgo. De hecho, porque los dientes aquí son pequeños, generalmente falta suficiente espacio para colocar un implante sin posible complicaciones. Los puentes son buenas opciones para dientes frontales perdidos.
Los puentes no son una opción viable, sin embargo, si uno o varios de los pilares presenta un diagnóstico reservado. Esto significa que uno de los dientes que sostiene el puente no está en condiciones saludables y puede poner en peligro éxito de todo el puente. Otro factor de riesgo es cuando el puente es demasiado largo. En general, un puente de tres o cuatro unidades se considera seguro, pero más largo que esto puede suponer un riesgo de fractura o eventual fracaso. El tipo de diente es también un factor porque el largo de la raíz hace que algunos dientes hagan mejor el trabajo de pilar que otros. Por ejemplo, los caninos son por lo general buenos dientes para pilares, cosa que no sucede con laterales y centrales. La distribución de fuerzas debe ser manejada para evitar excesiva presión en los dientes pilares. Finalmente, puentes no son posibles cuando el diente perdido es la última molar. Ya que no existe retención en ambos lados, la presión puede o fracturar el póntico o dañar el pilar. En estos casos obtener uno o dos implantes puede solventar el problema.
Los implantes dentales, a diferencia de los puentes, son a menudo la mejor opción porque reemplazan los dientes individualmente. No hay necesidad de preparar dientes perfectamente saludables y se evita el problema de distribución de fuerzas. El reemplazo individual de dientes hará que cada uno asuma su función sin depender de otro. Además, los implantes dentales detienen el proceso natural de pérdida ósea en áreas edéntulas porque actúan como raíces y, una vez integrados, el cuerpo lo percibe como si fuese un diente. Aunque los implantes dentales requieran de mayor inversión, son la solución más permanente para el reemplazo de un diente.
Como se ha descrito, las opciones son muchas, pero el camino ideal es uno. Si tiene un diente perdido que quisiera reemplazar, contáctenos para saber cuál es el suyo.
