¿Necesita una corona dental? ¿Cuál es la diferencia entre un tipo y el otro? Además, ¿ por qué su costo varía? Una corona dental es una prótesis fija individual en el que el material, habitualmente porcelana, reemplaza la capa de esmalte. Para este tipo de restauración, el dentista prepara la capa más superficial del diente en todas sus superficies, dejando el corazón viviente del diente sin tocar. La corona entonces se asienta sobre esta preparación y se sostiene por medio de retención mecánica y cemento. Las coronas son una excelente opción para restaurar dientes fracturados o astillados, para proteger los dientes con endodoncia, y para modificar la anatomía natural de uno o varios dientes. Además, con buen cuidado y limpiezas regulares, pueden durar entre 10 y 20 años. Ahora, hay una variedad de materiales disponibles para las coronas. Decidimos presentar aquellos usados más frecuentemente para ayudarle a escoger la corona que mejor le funcione. A grandes rasgos, hay tres principales categorías.
Coronas metálicas
Tal vez recuerde aquellas brillantes coronas de oro escondidas en el fondo de la boca de algún conocido. Estas son coronas metálicas, y pueden ser vaciadas en metal base, en metal precioso, o en oro. La calidad y precio depende de cuánto metal precioso se utilice en la aleación. El metal base es generalmente una mezcla de diversos metales que incluyen níquel y bronce. Este tendrá un costo inferior pero puede causar algunas reacciones alérgicas. Algunas de las aleaciones incluyen titanio, lo que las hacen un metal semi precioso. Cuando la aleación incluye más de un 25 por ciento de metales preciosos como plata, platino, y paladio el material se considera un metal precioso. Las coronas de oro también son aleaciones que incluyen un alto porcentaje, a menudo cuarenta por ciento, de oro. Las ventajas del oro son que es hipoalergénico, que tiene una gran resistencia y durabilidad, que tienen valor de reventa, y que no mancha las encías con el característico margen oscuro del metal base. Sus desventajas son el costo, puesto que las coronas de oro son más caras que las coronas de porcelana, y su valor estético, porque no se mezclan con el resto de sus dientes.
Coronas de metal-porcelana
Estas coronas contienen una armazón metálica unida a una capa de porcelana por medio de altas temperaturas. Como en las coronas metálicas, su valor se basa en la composición de la aleación. Tenemos coronas de porcelana con metal base, metal semiprecioso, metal precioso, y de oro. Ya que hay menos metal involucrado, son menos costosas que sus respectivas opciones metálicas. Además se ven más naturales. Su desventaja es su durabilidad. Ya que el metal y la porcelana tienen distintas resistencias, con el tiempo la porcelana tiende a astillarse dejando partes del metal expuesto. Además las coronas de metal porcelana pueden llegar a manchar los tejidos de encía.
Coronas de porcelana
Estas coronas son o fresadas en metariales de pura cerámica como el zirconio o son también fusionados a porcelana. Son por lo general más costosas que coronas metal porcelana gracias a su proceso de fabricación, el cual requiere frezar y no vaciar, pero son la opción de aspecto más natural. El full zirconio además ofrece una durabilidad comparable a la de coronas de oro y es igualmente hipoalergénico. Otros beneficios de las coronas de cerámica es que no manchan sus encías con el tiempo y parecen esmalte dental real.
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